

En este artículo, encontrarás información detallada sobre cómo lavar cobertores en lavadora, desde la selección del programa adecuado hasta los productos recomendados. Además, conocerás consejos y trucos útiles para mantener tus cobertores en perfecto estado.
Las lavadoras convencionales suelen tener capacidad para lavar cobertores ligeros y medianos. Verifica la capacidad de carga antes de lavar un cobertor pesado, ya que podría dañar la máquina.
Las lavadoras de carga frontal son recomendadas para lavar cobertores grandes y pesados. Esta configuración permite un lavado más uniforme y profundo.
Es importante conocer el tamaño de tu lavadora y de tu cobertor. Una lavadora de 7 kg puede lavar cobertores de una plaza fácilmente, mientras que para cobertores king size necesitarás una lavadora de al menos 10 kg.
Antes de lavar un cobertor, revisa las etiquetas de cuidado para asegurarte de que sea apto para lavadora. Algunas etiquetas también indican la temperatura y el ciclo de lavado adecuados.
Revisa el cobertor para detectar daños como agujeros o costuras desgastadas. Repara cualquier daño antes de lavar para evitar que empeore durante el ciclo de lavado.
Tratamiento previo de manchas persistentes como vino o grasa antes de poner el cobertor en la lavadora. Utiliza quitamanchas específicos para una limpieza más efectiva.
Los detergentes líquidos son recomendados para cobertores, ya que se disuelven más fácilmente y no dejan residuos. Opta por uno hipoalergénico si tienes piel sensible.
El uso de suavizantes mejora la textura y el aroma de los cobertores. Sin embargo, ten cuidado de no exceder la dosis recomendada para evitar una sensación aceitosa en la tela.
Mezclar estos productos con tu detergente habitual puede mejorar el resultado del lavado.
Para cobertores de materiales delicados como lana o seda, usa el ciclo de lavado delicado. Este ciclo usa menos agua y movimientos más suaves para proteger las fibras.
La mayoría de los cobertores pueden lavarse en el ciclo de lavado normal. Este ciclo es ideal para materiales como algodón y poliéster.
La temperatura adecuada varía según el tipo de cobertor. El agua fría es ideal para colores y materiales delicados, mientras que el agua caliente es eficaz para eliminar ácaros en cobertores blancos.
Si decides usar la secadora, selecciona un ajuste de calor bajo o medio. Introduce una bola de secado o una toalla limpia para mantener los cobertores esponjosos.
El secado al aire es recomendado para cobertores pesados o delicados. Cuelga el cobertor en un área bien ventilada y evita la luz solar directa para prevenir la decoloración.
Para reducir el tiempo de secado, exprime el cobertor suavemente después del ciclo de lavado para eliminar el exceso de agua.
Lavar tus cobertores cada dos o tres meses garantiza una óptima higiene y prolonga su vida útil. Aumenta la frecuencia si tienes mascotas o alergias para reducir la acumulación de alérgenos y suciedad.
Cuando no estén en uso, guarda tus cobertores en bolsas de almacenamiento de tela para evitar la acumulación de polvo y moho. No uses bolsas de plástico, ya que pueden causar humedad y malos olores.
Cuelga tus cobertores al aire libre cada pocas semanas para mantenerlos frescos y libres de olores. La luz solar natural puede ayudar a eliminar bacterias y ácaros.
Si tu cobertor sale de la lavadora apelmazado, sacúdelo y ponlo en la secadora con una pelota de tenis para restaurar su volumen y esponjosidad.
El desgaste de las fibras puede ser causado por el uso de detergentes demasiado fuertes o ciclos de lavado agresivos. Utiliza detergentes suaves y ciclos delicados para evitar este problema.
Si el cobertor no se seca completamente, puede generar moho y malos olores. Verifica que la secadora funcione correctamente y añade tiempo de secado si es necesario.
Una sobrecarga puede impedir que los cobertores se laven correctamente. Lava solo un cobertor a la vez y no agregues otras prendas grandes.
Utiliza una funda protectora para tus cobertores durante el uso diario. Las fundas son fáciles de lavar y ayudan a proteger el cobertor de manchas y daños.
Usa agua fría o tibia para la mayoría de los cobertores, ya que el agua caliente puede encoger ciertos materiales. La temperatura ideal suele estar entre los 30 y 40 grados Celsius.
Opta por detergentes ecológicos y biodegradables que no contaminen el medio ambiente. Algunas marcas destacadas en México incluyen Ecover y Xabón.
Utiliza programas de lavado eficientes que reduzcan el consumo de agua. Algunas lavadoras modernas tienen funciones ecológicas que son especialmente útiles.
Siempre que sea posible, prefiere el secado al sol en lugar de la secadora. Ahorrarás energía y aprovecharás el poder desinfectante de la luz solar.
Los cobertores de lana requieren un ciclo de lavado delicado y detergente específico para lana. Evita el agua caliente, ya que puede encoger la lana.
Estos cobertores son más fáciles de lavar y pueden tolerar ciclos normales y temperaturas más altas. Sigue las instrucciones de la etiqueta para evitar problemas.
Los materiales sintéticos como el poliéster suelen ser más resistentes y necesitan menos cuidados especiales. Usa agua tibia y un detergente estándar.
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